Vaya, y otra vez viernes

Que no es porque el escaparate sea mío, pero es que...

 Otra vez, ya tenemos aquí al friday. Y yo pensaba que se le habría olvidado a la gente, pero parece que no. Y estaba tan contenta porque al fin ha descendido el termómetro tres o cuatro grados en Almería (que este domingo íbamos en manga corta). A ver, que me voy a hacer un par de preguntas teclado en alto:

¿Cuánto dura el invierno en estas tierras? ¿Cuándo tenemos que poner a la venta ropa de invierno en las tiendas? Si hago cuentas, yo tengo 2 meses y medio de invierno (y a medio pagar).

Y me digo ¿me uno a la moda americana? ¿Estará nevando ya por allí?

Pero la respuesta la tengo clara: no me puedo unir. Si pienso en esas clientamigas fieles que vienen en todas las épocas del año, y me mantienen la tienda a flote. Me sabe muy mal el hacer un único día ese descuento en La Canastilla y que ellas no lo aprovechen. También a ellas les debo una fidelidad (a mí me gusta llamarla “seriedad”). No quiere esto decir que no tengas siempre ese rincón de outlet de temporadas pasadas, como una oportunidad que les das a toda tu clientela. Hay que tener siempre estrategias, y saber planificarse, no ir a lo loco, pensando a un día vistas, ni en lo que me diga el periódico ese día (o esos días, porque esta vez el friday lleva anunciándose un par de semanas, y hasta vino gente a preguntarme por descuentos del friday el viernes pasado!!). Con todas estas cosas al final quienes salen perjudicados son nuestros negocios, así que más nos vale pensar con la cabeza y no dejarnos guiar por cosas extrañas, de fuera, que ni nos van ni vienen, ni van a mirar por ti. Soy yo quien decido cuándo hago un día especial, un outlet, o hasta un showroom en el hotel de al lado. Supongo que con tantos años al frente de mi negocio ya me lo he ganado.

Un llamamiento o una propuesta a mis amigas de otras tiendas: Venga, hagamos el black friday, hala, que para eso nos lo meten periódicos y televisión a todas horas. Pero saquemos todo lo de nuestras trastiendas, que fijo que es mucho, ya sabéis que a menudo nuestra ganancia está siempre guardada en cajetas. Invierno, verano, ceremonia, todo, todo, ...e invitemos a nuestras clientas a chocolate con churros, regalemos un bizcocho, un sorteo de una bici, de una cena en el restaurante de la calle o de un fin de semana en Mojácar o Vélez Rubio. Pero no seamos tan (…) de matar la campaña antes de empezar, y sólo porque nos lo digan. Que yo lo he visto ya con mis ojos, y por las redes sociales: que si el 30%, que si el 40%... ¿pero habéis pagado ya, chiquillas?

Decidido, el año que viene hablo con Brasero y pongo el invierno en agosto.